
Los jesuitas piden perdón en Colombia por los abusos sexuales de un sacerdote a ocho menores

La Compañía de Jesús en Colombia pidió perdón el viernes por abusos sexuales cometidos por un sacerdote a ocho hermanos menores de edad entre 1976 y 1979.
Por primera vez los líderes de la orden religiosa reconocieron públicamente los daños causados por Darío Chavarriaga, directivo de un colegio de los jesuitas en Bogotá durante la época.
Los hermanos de la familia Llano Narváez denunciaron el año pasado en medios que el sacerdote abusó de ellos cuando tenían entre 6 y 16 años.
Fernando Llano asegura que Chavarriaga lo violó desde los 14 años y sus siete hermanas afirman que las tocaba y las sentaba en sus piernas. La familia era pobre y el padre sufría de alcoholismo.
"Les presentamos el profundo pesar por este abuso perpetrado contra ustedes y la negligencia en la pronta atención de estos hechos", dijo en el acto público Hermann Rodríguez, provincial de los jesuitas.
Tildó los actos de "abominables" y añadió que la Compañía de Jesús "acepta sus fallos en su deber de protección y cuidado de los más vulnerables".
"Hoy el miedo se convierte en un grito de esperanza", "ya no más abuso infantil", dijo Fernando Llano, que luego abrazó junto a sus hermanas entre lágrimas a los sacerdotes presentes. Juntos crearán una fundación para atender a la infancia, anunciaron.
En 2014 los hermanos acusaron a su victimario ante Francisco de Roux, jefe de los jesuitas.
Pero luego se quejaron de que los ignoró, lo que golpeó la reputación del religioso que presidió la Comisión de la Verdad surgida del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC. Él se excusó en que siguió el proceso que indica el derecho canónico.
De Roux, presente el viernes en el acto, dijo en entrevistas que Chavarriaga confesó los abusos antes de morir en 2015 sin responder ante la justicia.
Los jesuitas han pedido perdón por casos de este tipo en países como Bolivia y Chile.
El recién fallecido papa Francisco, también jesuita, expidió normas que obligan a religiosos y laicos a denunciar abusos sexuales a su jerarquía. Pero no convenció a las asociaciones de víctimas, que lo criticaron por considerar que no hizo lo suficiente.
M.Johnson--SMC