
Pakistán afirma estar "listo" para "defender su soberanía" en plenas tensiones con India

El primer ministro pakistaní reiteró el sábado que su país está "listo" para "proteger cada centímetro cuadrado" de su territorio, tras un segundo intercambio de disparos en Cachemira con la vecina India, que le acusa de un reciente ataque mortal.
Dirigiéndose en inglés, algo inusual, durante una ceremonia militar, Shehbaz Sharif repitió que acusar a su país de estar relacionado con la muerte de 26 civiles el martes en la disputada Cachemira "carece de fundamentos".
El jefe del gobierno reclamó una "investigación neutra" sobre el ataque del que le acusa su vecino indio.
Por su parte, India afirma que sigue buscando en Cachemira a dos atacantes pakistaníes.
Con todas las miradas puestas en la línea de control, la frontera de facto en Cachemira, las fuerzas indias y pakistaníes volvieron a intercambiar disparos, por segundo día consecutivo, indicó el ejército indio.
Esta fuente reportó disparos "no provocados" con armas ligeras desde "múltiples" posiciones del ejército pakistaní, que no comentó el suceso.
A primera hora del viernes, las dos potencias nucleares -que se han enfrentado en tres guerras desde la marcha del poder colonial británico en 1947- ya habían intercambiado brevemente disparos.
Arabia Saudita "realiza gestiones para evitar una escalada entre India y Pakistán", afirmó un responsable saudita, bajo condición de anonimato.
Irán, que mantiene buenas relaciones con ambos países, se mostró también dispuesto a "redoblar sus esfuerzos (...) para contribuir a aliviar las tensiones", indicó el sábado la cancillería.
- Amenazas y sanciones -
El martes, hombres armados dispararon contra turistas en Pahalgam, el peor ataque en un cuarto de siglo contra civiles en la Cachemira administrada por India, que no fue reivindicado oficialmente.
Nueva Delhi acusó entonces a Islamabad de respaldar "el terrorismo transfronterizo", pero Pakistán lo niega y tilda de "frívolas" estas alegaciones.
Cachemira, región de mayoría musulmana, quedó dividida entre India y Pakistán desde la independencia del Reino Unido en 1947. Ambos países reclaman la totalidad de su territorio.
Desde 1989, grupos rebeldes lideran una insurgencia en la parte controlada por India, reclamando la independencia o una unión con Pakistán.
El primer ministro indio, Narendra Modi, prometió que su país perseguirá a los atacantes del martes "hasta el fin del mundo", y la policía india difundió los retratos robot de dos ciudadanos pakistaníes, presentándolos como miembros de Lashkar-e-Taiba (LeT), grupo originario de Pakistán.
El ejército indio destruyó el viernes con explosivos dos viviendas que afirmó pertenecían a las familias de los autores del ataque.
El miércoles, el ministro indio de Defensa, Rajnath Singh, amenazó con represalias contra "quienes organizaron esto en secreto", señalando implícitamente a Pakistán.
Su homólogo pakistaní replicó el viernes en la cadena Sky News, que ajustarán su respuesta "en función de lo que haga India". "Es posible que estalle una guerra total y eso tendrá graves repercusiones", añadió.
Por ahora, India impuso una serie de sanciones, como el bloqueo de un tratado sobre el reparto de las aguas del río Indo, el cierre del principal puesto fronterizo terrestre y la expulsión de diplomáticos.
Pakistán respondió aplicando a cada sanción una medida recíproca.
La frontera entre ambos países está cerrada y todos los visados quedaron cancelados, aunque Pakistán hizo una excepción por los peregrinos sijs que vienen de India.
La ONU pidió "una resolución pacífica" e instó a la "máxima moderación", mientras que Donald Trump afirmó el viernes que India y Pakistán "resolverán el problema de una forma u otra".
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A.Landry--SMC